(un poco de background: Nippur es el primer argentino que lleva ese nombre, ya había paraguayos, italianos y no sé qué más pero nadie en este país. El trámite fue muuuuuuuuy complicado, creo que la pobre criatura se pasó los dos primeros meses de vida en frágil estado de indocumentación)
Lo que no me esperaba es conocer a alguien tan único y especial pero, a la vez, tan poco atormentado. Tan nada atormentado, en realidad. Una persona que pasó malas malísimas y buenas buenísimas y no se quedó nunca en la amargura. Y tampoco me esperaba que fuera tan cariñoso con mi pequeña criatura, con alegría sincera de verlo y alzarlo y besarlo.
Cuando nos ibamos le dió un beso ¡en la boca! (a cualquier otro lo boxeo, eh) y le dijo una bendición irlandesa hermosa. No me la acuerdo, claro, pero era preciosa.
Después nos vinimos a casa, vinieron más amigos y comimos mucho guiso de lenteja y alfajorcitos de colores.
Un día muy feliz