domingo, 29 de julio de 2012

ROBIN

Ayer tuve un día especial. Fuimos a conocer a Robin Wood, el creador de Nippur de Lagash. En patota, nosotros, mis viejos, mi hermano, mi suegra, mi cuñado el Pipi y mi amiga hermana Vane con su propia familia de 3.
(un poco de background: Nippur es el primer argentino que lleva ese nombre, ya había paraguayos, italianos y no sé qué más pero nadie en este país. El trámite fue muuuuuuuuy complicado, creo que la pobre criatura se pasó los dos primeros meses de vida en frágil estado de indocumentación)


Había leído muchas cosas sobre Robin. Para empezar, sí, ese es su nombre real. Nació en Paraguay, en el medio de la selva, en una colonia de australianos socialistas. Fue huérfano, jangador, obrero, nómade. Escribió miles de guiones. Miles puede parecer una exageración pero no, hay historietas que llevan 25 años en el papel y siguen saliendo.
Lo que no me esperaba es conocer a alguien tan único y especial pero, a la vez, tan poco atormentado. Tan nada atormentado, en realidad. Una persona que pasó malas malísimas y buenas buenísimas y no se quedó nunca en la amargura. Y tampoco me esperaba que fuera tan cariñoso con mi pequeña criatura, con alegría sincera de verlo y alzarlo y besarlo.
Cuando nos ibamos le dió un beso ¡en la boca! (a cualquier otro lo boxeo, eh) y le dijo una bendición irlandesa hermosa. No me la acuerdo, claro, pero era preciosa.
Después nos vinimos a casa, vinieron más amigos y comimos mucho guiso de lenteja y alfajorcitos de colores.
Un día muy feliz