ME VOY

A esa misma playa pero -espero- con sol. Prometo la misma foto en bikini. 

La boda muy linda, llevé la cámara sin batería, ya sé, soy boba y boba y boba. Ya algún alma caritativa me mandará imágenes.

La novia, hermosa. El novio, qué buen mozo!

Me voy con un objetivo en mente. Le pedí al entrenador que me haga un plan para salir a correr casi todos los días. Quiero recuperar el estado físico y la velocidad que me hizo perder ese mes y medio en casa fofa. No puede ser que esté más lenta que hace un año! quiero morir y/o matar a alguien!

Lo lograré? me achancharé aún más? La intriga los acompañará dos semanas.

Me llevo una laptop pero no sé cuánto me dejará usarla el comandante A. Es medio celoso de sus máquinas. 

Aparte, en San Clemente mucho wifi no hay, la verdad.

Ya hice la valija: dos vestiditos, un jean, un short, unas remeras y dos millones de mudas de ropa de ir a correr. Las zapatillas de correr, unas sandalias negras que no vuelven de este viaje y ojotas.

Libros no, si hay algo bueno en SCT son las librerías de viejo. Se encuentran joyas ahí, revolviendo.

Las gatas las dejo a cargo de los vecinos del 3ero 8, unos bohemios colombianos. Siempre viene mi mamá a mirarlas pero un imbécil rompió la puerta del ascensor y no la puedo hacer subir a mi vieja los 3 pisos por escalera (antiguos, es como un 5to piso de un edificio nuevo). Así que le pedimos a los locos de al lado. Chatrán las ampare.

La casa? queda como está hasta nuestra vuelta. 

En algún momento pensé en no irnos a la playa y quedarnos trabajando en la casa los 15 días. Después caí en la cuenta, no soy amish, no soy protestante. Me voy con la culpa judeocristiana a pecar a la playa.