AYER

Primero, al mediodía fuimos hasta Caseros (padre, suegra, marido y quien suscribe) a ver la muestra de Daniel Santoro.

Un viaje en tren muy agradable, un almuerzo ameno y los cuadros y objetos de Santoro, que bien valen la pena la travesía.

Santoro es conocido por el libro Manual del Niño Peronista, una obra que ganó premios internacionales y toda la perinola y es una cosa de locos. Lo pueden ver ahí en su página, ayer ví algunos originales, tremendos.

Acá le estaba rogando a marido que me regalara un cuadro para mi cumpleaños pero parece que no nos alcanza.

Volvimos a la ciudad, casa, vinieron Vane y EC, con mi amor vaciaron el living para que pueda venir el señor puliplastificador de una buena vez!

Por supuesto, el ascensor eligió justo ese momento para dejar de andar. Bajaron una puerta altísima tres pisos igual de altos y antiguos, por la escalera.

Gracias Vane por hacerme caso y darle bola al coloso que hoy es tu marido. Qué bien alimentado está ese chico! qué fuerza! Marido no lo podía creer.

Así quedó la cosa: bueno, blogger se niega a subir más fotos, después la pongo suelta.

Y a la noche fuimos a comer al restorán del Museo Evita, para culminar un día peronista.

Hermoso todo, ahora, ¡a trabajar!