Una de las gatas se subió a la improvisada mesa (un par de bibliotecas apiladas + un tablón que sobró de la obra) y tiró todo lo que estaba arriba. Un cenicero lleno, unas bolsas de Don Satur con yerba adentro, manzanas, papeles, un transformador.
No llegué a ver cuál de las dos fue -aunque esto tiene toda la pinta de ser un trabajo de Sharona- pero el aviso me llegó clarito:
a ver si desarman este mamarracho y ponen la mesa de verdad de una puta vez.Claro mensaje mafioso.
10 comentarios:
Nunca entendí la onda mascoteril.
Lo bueno de tener mascotas es que uno hace mea culpa.
A la tercera zapatilla que me comió Alabama asumí mi error.
segurisimo fue la amorosa de sharon
jajajaja! eso de pretender que nuestroas mascotas Nos quieren decir algo...un mal universal, pero real!
Porque no se les ocurrió una idea más amble, digo yo.
Miedo.
Si alguna vez le querés dar un buen susto, sólo por diversión, podés mandarla a casa un fin de semana. No sabría por dónde empezar a boicotear pilas, la gata.
Hay que hacerle caso a los animalitos que tanto queremos!
Siempre nos "dicen" cosas importantes!
estoy con Lilly, patada en el orto gatil y a volar al medio de st elmos
OJALA T HUBIERAS MIERTO VS Y NO MARIE HDP
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