Me dí cuenta de algo: la razón por la cual nos estamos llevando tan bien, viviendo en obra, con todas las incomodidades posibles, es que nuestros defectos nos hacen muy adaptables a esta situación.
Yo soy lo menos ama de casa del mundo, odio limpiar, no sé planchar, no sé lavar nada, no me sé ningún truco de nada. Lo único que sé hacer es cocinar. Entonces, a mi alrededor todo puede ser una mugre que, como mucho, me dará asco pero tampoco voy a sufrir pensando en ay podría estar limpiando. NI A PALOS. Nunca limpio, no voy a empezar ahora. Ya vendrá la chica que limpia cuando pueda.
El, nunca me pidió nada en ese sentido, es desordenado, no le molesta la mugre, si no se puede bañar, y buéh, irá a casa de mamá cuando pueda.
Se puede caer el mundo alrededor que mientras haya comida, garche y películas, va a estar todo bien.
Quién diría que algún día iba a agradecer nuestra dejadez, por no hacernos sufrir en estos momentos?
10 comentarios:
lo bueno es que crean defensas así.
:)
jaaaa
me emociona tu realidad
Qué lindo, lindo sentirse así.
eso no es dejadez, es sentido cómún!
mme, eso es dejadez, creeme. pasa que para este momento es fantastico.
imaginate lo mismo pero con alguien obsesivo.
uhhh q placer, quiero vivir en una obra en construccion!
Coincido con la secretaria y Cory, que copada tu vida. Y este blog es como ver un Extreme Makeover Edition en capítulos. Me hice fanática mal.
no, chicas, no
ser así de colgada desordenada y mugrienta NO es bueno, no me alienten
Y si, mirá si no la plancha para pancitos saborizados, jajajajajajajaja.
Mejor no te pido que me pulas una lámpara, jajajajaja.
Ah!!!!! Para que reformas tu mansión si no pensas limpiarla mamita, jajajajajaja, sos tremenda. Como te quiero.
viviendo en obra NO se puede de otra manera.
que pretendes, marie?
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