He resuelto lo siguiente: hasta que los muebles existentes y los libros y los objetos que ya tenemos no estén en su lugar (que puede ser dentro de la casa o en la puerta de calle, es claro, acá nadie tiene el puesto asegurado) no entra NADA nuevo.
Con esta regla se logran dos efectos:
a- se evita el atolondramiento, la compra compulsiva impulsada por la felicidad del fin de obra
y
b- funciona como incentivo para poner todo en su lugar y así poder salir a adquirir lo que falta.
Ojo, aprender esto me llevó tiempo. En la otra obra, la que hicimos antes de venir a vivir acá, hace 11 años, compré muchas boludeces que el tiempo fue desechando.
Los dejo, me tengo que poner a ordenar.
9 comentarios:
ajajaja atenti chucherias que "acá nadie tiene el puesto asegurado"
yo, que nunca hice una obra en mi vida, sin embargo podría dar talleres de "atolondramiento explícito" en el easy más cercano
secre, estuve toda mi vida esperando para decir esa frase de manual de DT!
ajajajaja, alma de dt
che, estás leyendo a lai, que hermosor de biblioteca, siempre te digo los mismo, pero es SACIC como dice jose
no, no, lo leí muchas veces pero ya hace varios años
el recomendado del mes es un capricho porque sí, porque me vino a la mente
Yo cuando me mudé, dije, no quiero objetos, solo pocos, muy elegidos y especiales. 5 años después mi casa es una casa de chucherias especiales.
q ansiedat q ansiedat
nunca les conté la vez que lo cagué a pedos a Laiseca porque se puso a fumar en la oficina cuando yo estaba embarazada? Recuerdo la mirada de odio que me arrojó y todavía me recorren escalofríos por la espalda
ah madre, una mirada de odio de lai, te la regalo!
acá lo conocemos, marido es fan, marido de ex amiga era discípulo, hemos estado en la casa, hemos comido asado, lo hemos visitado incluso en el hospital (me mira y me dice: hay alguien más que nosotros en esta habitación? miedooooo)
es muy fumador, sí, y bastante incivilizado
pero un gran artista
Publicar un comentario