Y, contrariamente a la opinión de mi mamá (la generalizante: a los arquitectos nunca les gusta nada -salvo lo que hacen ellos-, y la particularizante: a VOS nunca te gusta nada), perdón, madre, me gustan demasiadas cosas.
Para muestra, basta una lámpara, o dos, o tres.
Esta foto es de un hotel en no sé dónde y no me acuerdo de dónde la saqué.
Sí tomé debida nota de que las lámparas las diseñó George Nelson en 1947. Acá pueden ver el folleto original de venta, con sus precios de época.
Nunca serán mías, lo sé. Trataremos de imitarlas lo mejor posible con las chinas de papel.
Oh Nelson, lo nuestro no puede ser!
7 comentarios:
quiero de esas cosas q cuelgan del techo
vivo a escasas cuadras del barrio chino y me la paso renovando mis lámparas de papelucho... se parecen a las de Nelson cuando te tomás una botella de champagña y entre cerrás los ojos para mirarlas
y sí, querida, el alcohol tiene virtudes mágicas
considerando que el medio litro de jack daniels sale 50 pesos... no sé qué conviene
adonde vas a poner eso? me encanto ! yo hace seis años compre provisoriamente lamparas de papel, aun las tengo provisoriamente eh ?
Yo quieroooooooo! Y tengo techos altos así que no me van a convencer así nomás... A si, claro, el precio...
Dale Marie, habilitemos la opción barata con las chinas (que claro, hay algunas mejores que otras!). Pero ojo que no es copia, es un homenaje!
Qué lindas son estas lámparas,yo tampoco nunca las tendré,es un hecho. Me acuerdo que vi la misma foto que vos hace poquito en 'Sweethomestyle.tumblr.com' saludetes
si pudiera comprarlas, tengo doble altura en el living, irían geniales!
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